A man, returning from a business trip, was met at the airport gate by his wife. They walked from the gate together and were standing waiting for the baggage to be unloaded. An extremely attractive stewardess walked by. Suddenly, the man came to life. Beaming, he said to the stewardess, “I hope we can fly together again, Miss Jones.” “How come you know her name?” his wife asked suspiciously. The man replied smoothly, “You see, my dear, her name was posted right up front in the plane, under the names of the pilot and co-pilot.” To which the wife replied, “Okay, now give me the names of the pilot and copilot.” The man’s hypocrisy was uncovered. Jesus criticizes hypocrisy in today’s Gospel.
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“Father, I have a besetting sin, and I want your help. I come to church on Sunday and can’t help thinking I’m the prettiest girl in the congregation. I know I ought not to think that, but I can’t help it. I want you to help me with it.” The pastor replied, “Mary, don’t worry about it. In your case it’s not a sin. It’s just a horrible mistake.”
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On a vacation to Australia, a Texas farmer meets an Aussie farmer and starts talking to him about his farm. The Aussie takes him to see his big wheat field, but the Texan isn’t impressed. “We have wheat fields that are twice as large as this one,” he told the Aussie. The Aussie farmer drives him around the ranch and shows off his big herd of cattle. “Oh, our longhorns are at least twice as big as these,” the Texan bragged. The Aussie farmer is getting frustrated, when the Texan suddenly notices a herd of kangaroos hopping across a field. “What on earth are those?” he asks. The Aussie turns to him with a mischievous smile. “Don’t you have any big grasshoppers like this in Texas?”
A Texas rancher met up with a Wisconsin dairy farmer. The two men began talking about their land and the milkman told the cattleman that he operated his business on 125 acres. The Texan scoffed at such a small parcel of land. He said, “Yankee, that ain’t nothin’. On my ranch I can get in my truck at sunrise and I won’t reach the fence line of my property until sunset.” The dairy farmer snorted, “Yeah, I used to have an old truck like that.”
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A sailor once took a group of young people boating for the day. One young man bragged the whole way about all he knew about the sea. Every time the sailor began to give instructions this young man would interrupt with his supposed knowledge. After some time, a squall blew up. The sailor began to hand out lifejackets. “Where’s mine?” cried the know-it-all. “Don’t worry son,” replied the old sailor. “You don’t need a life jacket. With a head as full of hot air as yours, you will float forever!”
Fr.Joseph Antony Sebastian
St. Joachim Church
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Nota de nuestro pastor:
Un hombre, regresando de un viaje de negocios, fue recibido en la puerta del aeropuerto por su esposa. Caminaron juntos desde la puerta y estaban esperando que el equipaje fuera descargado. Una azafata muy atractiva pasó. De repente, el hombre se reanimó. Deslumbrado, le dijo a la azafata, “Espero que podamos volar juntos de nuevo, señorita Jones.” “¿Cómo sabes su nombre?” preguntó su esposa sospechosamente. El hombre respondió suavemente, “ves querida, su nombre estaba publicado enfrente del avión, bajo los nombres del piloto y copiloto.” A lo que la esposa respondió, “Bueno, ahora dime los nombres del piloto y copiloto”. La hipocresía del hombre fue descubierta. Jesús critica la hipocresía en el Evangelio de hoy.
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“Padre, yo tengo un pecado inquietante, y quiero su ayuda. Vengo a la Iglesia el Domingo y no puedo dejar de pensar que soy la chica más linda en la congregación. Sé que no debería pensar eso, pero no puedo evitarlo. Quiero que me ayude con esto.” El Pastor respondió, “María, no te preocupes por eso. En tu caso no es un pecado. Es solo un error horrible”.
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En unas vacaciones en Australia, un granjero de Texas conoce a un granjero Australiano y comienza a hablar con él acerca de su granja. El Australiano se lo lleva a ver su campo de trigo grande, pero el Tejano no se impresiona. “Tenemos campos de trigo que son dos veces más grandes que éste”, le dijo al Australiano. El granjero Australiano lo pasea alrededor del Rancho y le muestra su gran rebaño de ganado. “Oh, nuestros bueyes son por lo menos dos veces más grandes que estos,” el Tejano se jactó. El granjero Australiano empieza a frustrarse, cuando el Tejano de repente nota una manada de canguros saltando a través de un campo. “¿Qué demonios son?” pregunta. El Australiano vuelve a él con una sonrisa traviesa. “No tienen ningún saltamontes tan grandes como este en Texas?”
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Un ranchero de Texas se reunió con un granjero de lechería de Wisconsin. Los dos hombres comenzaron a hablar sobre su tierra y el lechero le dijo al ganadero que operaba su negocio sobre 125 acres. El Tejano se burló de la pequeña área de tierra. Él dijo, “Yankee, eso no es nada. En mi Rancho puedo entrar en mi camión al amanecer y no llegar a la línea de la cerca de mi propiedad hasta el atardecer.” El ganadero resopló, “sí, yo solía tener un camión viejo como ese”.
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Un marinero una vez tomó a un grupo de jóvenes de paseo en barco por el día. Un joven se jactó todo el camino sobre todo lo que sabía sobre el mar. Cada vez que el marinero comenzaba a dar instrucciones, este joven interrumpiría con su supuesto conocimiento. Después de algún tiempo, se desató una tormenta. El marinero empezó a repartir chalecos salvavidas. ¿Dónde está el mío?” gritó el sabelotodo. “No te preocupes hijo,” respondió el viejo marinero. “No se necesita un chaleco salvavidas. Con una cabeza tan llena de aire caliente como la tuya, vas a flotar para siempre!”
Fr.Joseph Antony Sebastian
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