A pastor was explaining the pictures of his Church’s stained glass windows to the third graders. The first stained window is really red, the next window is really blue, the next window is really green, and the next window is really yellow. The sun has come up in the south and wonderful light is coming through these four windows. The pastor says, “This first window with all the reds is dedicated to St. Matthew and it has a picture of St. Matthew on it. The second window with all the blues is dedicated to St. Mark and it has a picture of St. Mark, the second of our Gospels. The third window with all the greens is dedicated to St. Luke and has a picture of St. Luke on it. The fourth window with all the yellows is dedicated to St. John and has a picture of St. John in it. All the windows are so beautiful, especially with the sunlight shining through them.” And one of the little girl says, “Do you know what a saint is?” “Yes,” replied the pastor. “A saint is somebody that the light shines through.” Yes, the light of God shines through the lives of the saints.
How wonderful it would be if the light of Jesus shines through the life of each one of us! But very often we think that such a life is not meant for everyone of us. It is meant only for a few chosen ones. The remarkable spiritual journey of St. Ignatius of Loyola, the founder of the Jesuits, could be lesson for all those who think in this manner. St. Ignatius of Loyola began his remarkably fruitful spiritual journey while he was stuck in bed recovering from a second surgery following a cannonball wound. He had nothing to do but read, and the only books in the house were a biography of Christ and the Lives of the Saints. As he read, the thought came to him: “If St. Francis and St. Dominic did it, why can’t I?” And thus was born one of the most influential saints who ever walked the earth. Therefore what is important is our willingness and courage to be faithful to the Gospel values and to imitate the life of those who practiced it.
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Two little neighbor girls about the same age, one Christian and one Jewish, were constant companions. After one Easter holiday, the grandfather of the Christian girl asked her what her friend had received for Easter. The girl looked at her grandfather in surprise, and said, “But Grandpa, you should know that Becky is Jewish and she wouldn’t get anything for Easter.” Then she went on to explain patiently, “You see, I’m Easter and she’s Passover. I’m Christmas and she’s Hanukkah.” Then with a big smile, she added, “but I’m really glad that both of us are Halloween.”
Fr.Joseph Antony Sebastian
St. Joachim Church
21255 Hesperian Blvd Hayward, CA, USA 94541
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Nota de nuestro pastor:
Un Pastor iba explicando las imágenes de los vitrales de la Iglesia a los alumnos de tercer grado. El primer vitral es realmente rojo, la siguiente ventana es realmente azul, la siguiente ventana es realmente verde, y la siguiente ventana es realmente amarilla. El sol ha surgido en el sur y una maravillosa luz está llegando a través de estas cuatro ventanas. El Pastor dice, “esta primera ventana con todos los rojos se dedica a San Mateo y tiene una imagen de San Mateo en ella. La segunda ventana con todo los azules está dedicada a San Marcos y tiene una imagen de San Marcos, el segundo de nuestros Evangelios. La tercera ventana con todos los verdes se dedica a San Lucas y tiene una imagen de San Lucas en ella. La cuarta ventana con todos los amarillos está dedicada a San Juan y tiene una imagen de San Juan en ella. Todas las ventanas son tan hermosas, especialmente con la luz del sol brillando a través de ellas.” Y una de las niñas dice, “¿sabes lo que es un Santo?” “Sí,” respondió el Pastor. “Un Santo es alguien que a través de él brilla la luz.” Sí, la luz de Dios brilla a través de las vidas de los Santos. Qué maravilloso sería si la luz de Jesús brillara a través de la vida de cada uno de nosotros! Pero muy a menudo pensamos que esa vida no es para cada uno de nosotros. Que es solamente para unos pocos elegidos. El viaje espiritual notable de San Ignacio de Loyola, el fundador de los Jesuitas, podría ser la lección para todos aquellos que piensan de esta manera. San Ignacio de Loyola comenzó su viaje espiritual extraordinariamente fructífero mientras él estaba atrapado en la cama recuperándose de una segunda cirugía después de una herida de bala de cañón. No tenía nada que hacer sino leer, y los únicos libros en la casa eran una biografía de Cristo y las vidas de los Santos. Mientras leía, un pensamiento vino a él: “Si San Francisco y Santo Domingo lo hicieron, ¿por qué no puedo yo?” Y así nació uno de los Santos más influyentes que jamás ha caminado en la tierra. Por lo tanto, lo importante es nuestra voluntad y valentía para ser fiel a los valores del Evangelio e imitar la vida de aquellos que la practicaban.
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Dos chicas vecinas aproximadamente de la misma edad, una Cristiana y una Judía, eran compañeras constantes. Después de unas vacaciones de Semana Santa, el abuelo de la niña Cristiana le preguntó lo que su amiga había recibido para Semana Santa. La niña miró a su abuelo con sorpresa y dijo, “pero abuelo, usted debe saber que Becky es Judía y ella no recibe nada en Semana Santa.” Entonces ella explicó pacientemente, “verás, yo soy Semana Santa y ella es la Pascua. Yo soy Navidad y ella es Hanukkah”. Luego con una gran sonrisa, añadió, “pero me alegro de verdad que las dos somos de Halloween.”
Fr.Joseph Antony Sebastian
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