It was the day after Christmas at a church in San Francisco. The pastor of the church was looking at the manger scene, when he noticed that the baby Jesus figure was missing from the cradle. He immediately turned and went outside and saw a little boy with a red wagon walking down the street. And in the wagon, was the figure of the infant Jesus. So he walked up to the boy and said, “Son, where did you get that little baby Jesus that’s in your wagon?” The little boy replied, “I got him from the church.” “And why did you take him?” asked the pastor. The little boy replied, “Well, about a week before Christmas, I prayed to the little Lord Jesus. I told him if he would bring me a red wagon for Christmas, I would give him a ride around the block in it.” This is one of the many beautiful stories I have read about Christmas. Everyone gets so excited about Christmas. It is the biggest time of shopping. During this season of Christmas, if you can get a parking space as you drive into the mall, well, you can count it as one of your achievements! And then when you get into the mall, you see so many people hurrying to get the best things available in the malls. They are not just for shopping for themselves. They buy things to be given as gifts to people whom they love. It is indeed a time of giving. When we give gifts to our beloved ones, what we are doing is nothing but imitating what God did to us first. He loved the humanity so much that he gave his only son as a gift to us. By being born as a human being he has brought a dignity to our human nature. In Jesus God has become man so that man might become children of God. Jesus, by his own life example has shown us how to become a child of God. What is our response to this greatest gift? What gift are we going to give to God who has given us his best? The best gift we can give to God is to take initiative to be a child of God, to look at the person next to you as a child of God – someone whom God considers so precious. If every one of us consider the other person as precious and worthy of respect, can there be hatred and war in this world? May this Christmas help me to consider my neighbor as precious and worthy of respect. May that attitude ours be our Christmas gift to God.
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Christmas telegram: The preacher and his pregnant wife had left for a conference in France, forgetting to give instructions for the banner which was to decorate the hall at the Christmas Carol Concert, the following weekend. The parish secretary was astonished to receive a telegram from France which read simply: UNTO US A SON IS BORN. NINE FEET LONG AND TWO FEET WIDE. REV. AND MRS. JOHNSON.
Fr.Joseph Antony Sebastian
St. Joachim Church
21255 Hesperian Blvd Hayward, CA, USA 94541
Office Phone: 510 783 2766
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N o t a d e n u e s t r o p a s t o r :
Era el día después de Navidad en una Iglesia de San Francisco. El pastor de la Iglesia estaba mirando la escena del pesebre, cuando notó que la figura del niño Jesús no estaba en el pesebre. Él inmediatamente se devolvió y se fue afuera y miró a un niño con un vagón rojo caminando en la calle. En el vagón, estaba la figura del niño Jesús. Así es que el caminó hacia el niño y le dijo, “Hijo, de donde agarraste el niño Jesús que está en tu vagón?” El pequeño niño le contestó, “Lo agarré de la Iglesia.” “Y porqué lo tomaste?” le preguntó el pastor. El pequeño niño le respondió, “Bien, hace como una semana antes de Navidad, yo le oré al niño Jesús y le dije que si él me traía un vagón rojo para Navidad, yo le daría una vuelta alrededor de la manzana en él.” Esta es una de las historias más bella que he leído sobre la Navidad. Todos se entusiasman tanto en la Navidad. Es el tiempo más grande de compras. Durante esta estación de Navidad, si usted puede encontrar un parqueo en el centro comercial, entonces puede contar esto como uno de sus logros! Y cuando entras al centro comercial, ves tanta gente apresurándose para tomar las mejores cosas disponibles en el centro comercial. Ellos no andan comprando solo para ellos mismos. Ellos compran cosas que darán de regalo a las personas que ellos aman. Es verdaderamente un tiempo de dar. Cuando le damos regalos a los que queremos, lo que estamos haciendo es imitando lo que Dios hizo con nosotros primero. Él amó a la humanidad tanto que nos dio a su único hijo como un regalo para nosotros. Siendo nacido como un ser humano, él ha traído una dignidad a nuestra naturaleza humana. En Jesús, Dios se hizo hombre para que los hombres pudieran ser hijos de Dios. Jesús, por su propio ejemplo de vida, nos ha enseñado cómo convertirnos en un hijo de Dios. Cuál es nuestra respuesta a este gran regalo? Qué regalo le vamos a dar a Dios quien nos ha dado lo mejor? El mejor regalo que le podemos dar a Dios es tomar la iniciativa de ser un hijo de Dios, de ver a la persona al lado tuyo como un hijo(a) de Dios – alguien quien Dios considera tan precioso. Si cada uno de nosotros considera a la otra persona tan preciosa y digna de respeto, podría haber odio y guerra en este mundo? Que esta Navidad me ayude a considerar a mi vecino(a) como precioso(a) y digno(a) de respeto. Que la actitud nuestra sea nuestro regalo de Navidad para Dios.
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Telegrama de Navidad: el predicador y su esposa embarazada se habían ido a una conferencia en Francia, olvidando dar instrucciones para la bandera que decoraría la sala en el Concierto de Villancicos de Navidad el fin de semana siguiente. La secretaria de la parroquia se sorprendió al recibir un telegrama desde Francia que decía simplemente: ENTRE NOSOTROS UN HIJO HA NACIDO. NUEVE PIES DE LARGO Y DOS PIES DE ANCHO. EL REVERENDO Y LA SRA. JOHNSON.
Fr.Joseph Antony Sebastian
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