Axelrod shares this story about a magnificent mom: Four preachers were discussing their favorite translations of the Bible. The first one said, “I like the King James Version because of its beautiful English.” Another said, “I like the New American Standard version because it is closer to the original Greek and Hebrew.” The third one declared, “I like the Good News version because it’s so easy to read. The fourth minister was silent for a moment then said, “I like my mother’s translation best.” The other three men were surprised. They said, “I didn’t know your mother made a translation of the Bible.” “Yes,” he replied. “She translated it into everyday life. And it was the most beautiful and convincing translation I ever saw.”
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During the Civil War a Confederate Major by the name of Horace Harmon Lurton was taken prisoner by the Union forces. In prison, Major Lurton developed tuberculosis. His mother came to visit him and was alarmed by his condition. She knew her son would die if he stayed behind bars. So Mrs. Lurton travelled to Washington to beg mercy from the only person she thought could help her, the President of the United States, Abraham Lincoln. Lincoln was so moved by this mother’s concern that he sat down and wrote a note to the Union forces in charge of her son’s prison. It said simply, “Let the boy go home with his mother. A. Lincoln.” Horace Harmon Lurton was released from prison. He recovered from his tuberculosis and went on become a distinguished lawyer and the chief justice of the Supreme Court of his state.
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You may be grown-up now, but to your mother, you are still fair game for correction. When his pager went off during a council meeting, Knoxville, Tenn. Police Chief Phil Keith was startled to see that the call was from his mother. Concerned, he rushed to the press table and phoned her. “Phil Keith, are you chewing gum?” asked his mom, who had been watching the council meeting on cable TV. “Yes, ma’am,” answered Chief Keith. “Well, it looks awful,” his mother said. “Spit it out.” Keith dutifully removed the gum and went back to his meeting.
Angie, 8 year old, wrote: “Dear Mother, I’m going to make a great dinner for you on Mother’s Day. It’s going to be a surprise. P.S.I hope you like pizza & popcorn.”
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Happy mother’s day to all the mothers. Thanks for your love and sacrifices.
Fr.Joseph Antony Sebastian
St. Joachim Church
21255 Hesperian Blvd Hayward, CA, USA 94541
Office Phone: 510 783 2766
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Nota de nuestro pastor:
Axelrod comparte esta historia sobre una madre magnífica: cuatro predicadores discutían sus traducciones favoritas de la Biblia. El primero de ellos dijo, “Me gusta la versión King James por su hermoso inglés.” Otro dijo: “Me gusta la Nueva Versión de Estándar Americano porque es más cercano al Griego y Hebreo original.” El tercero declaró, “me gusta la versión de la Buena Nueva porque es tan fácil de leer. El cuarto ministro guardó silencio por un momento y luego dijo: “Me gusta más la traducción de mi madre.” Los otros tres hombres se sorprendieron. Dijeron: “No sabía que su madre hizo una traducción de la Biblia”. “Sí,” contestó. “Ella la tradujo en la vida diaria, y es la traducción más bella y convincente que he visto.”
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Durante la Guerra Civil un Comandante Confederado con el nombre de Horace Harmon Lurton fue tomado prisionero por las fuerzas de Unión. En la cárcel, el Comandante Lurton desarrolló tuberculosis. Su madre vino a visitarlo y se alarmó por su condición. Ella sabía que su hijo iba a morir si se quedaba tras las rejas. Por lo que la Sra. Lurton viajó a Washington a pedir misericordia de la única persona quien pensó podría ayudarla, el Presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln. Lincoln fue tan conmovido por la preocupación de la madre, que se sentó y escribió una nota a la Unión de las fuerzas a cargo de la prisión de su hijo. Dijo simplemente, “dejen que el niño vuelva a casa con su madre. A. Lincoln.” Horace Harmon Lurton fue liberado de prisión. Se recuperó de su tuberculosis y pasó a convertirse en un distinguido abogado y magistrado de la Corte Suprema de su estado.
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Puede ser mayor ahora, pero para su madre, todavía es justo que lo corrija. Cuando su localizador sonó durante una reunión del Consejo, el Jefe de policía de Knoxville, Tennessee Phil Keith fue sorprendido al ver que la llamada era de su madre. Preocupado, corrió hacia la mesa y le llamó por teléfono. “Phil Keith, está mascando goma?” preguntó su madre, quien había estado observando la sesión del Consejo de TV por cable. “Sí, señora,” respondió el Jefe Keith. “Bueno, se ve horrible,” dijo su madre. “Escúpalo hacia fuera.” Keith obedientemente tiró la goma y regresó a su reunión.
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Angie, de 8 años de edad, escribió: “Querida Madre, voy a hacer una gran cena para usted en el Día de la Madre. Va a ser una sorpresa. P.S.: Espero que te guste la pizza y las palomitas de maíz. ”
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Feliz Día de la Madre a todas las madres. Gracias por su amor y sacrificios.
Fr.Joseph Antony Sebastian
St. Joachim Church
21255 Hesperian Blvd Hayward, CA, USA 94541
Office Phone: 510 783 2766