Hay un psicólogo de Harv
ard llamado
Howard Gardner quien está intentando
revolucionar el estudio de la inteligencia.
Dice que hemos estado estudiando el I.Q. muy mal. La mayoría de
todas las pruebas de inteligencia qu
e las instituciones de
aprendizaje y empleo realizan sólo miden una o dos formas de
inteligencia. Gardner dice que en
realidad hay siete formas de
inteligencia.
1. Él dice que algunas person
as están dotadas con inteligencia
lingüística. Estos son nuestr
os escritores y poetas.
2. Otros tienen lo que él llama inteligencia lógica/matemática.
Hacen muy buenos cientí
ficos y contadores.
3. Algunas personas son dotadas espacialmente. Estos son nues-
tros artistas y arquitectos.
4. Algunos son dotados kinestéticamente. Sus cuerpos son
inusualmente elegantes y coordinados. Estos son nuestros atletas
y bailarines.
5. Otros están dotados para apoyar. Saben instintivamente cómo
llevarse bien con la gente alrededor de ellos. Estos son nuestros
vendedores, consejeros y maestros.
6. Algunos son dotados en su
capacidad de mirar hacia dentro.
Estos son nuestros filósofos “nuestro pueblo sabio”.
7. Algunos son dotados musicalmente.
Gardner afirma que todo el mund
o que ha estudiado hasta ahora
ha tenido calificaciones altas en
al menos una de estas siete
formas de inteligencia. Él es de la opinión de que todos nosotros
somos dotados en nuestra propia manera. Desafortunadamente
muchos de nosotros pasamos la vida pensando que no estamos
dotados con inteligencia. Esta a
ctitud negativa hacia uno mismo
queda implantada en la persona por el hecho de que su forma de
inteligencia no fue valorada en
la escuela donde él/ella estudió.
Dios nos ha creado diferentemente para hacer diversas tareas en
este mundo. Imagina una situación donde Dios crea al ser humano
sólo con el don de cantar. Entonces quien podría cultivar, quien
escribiría, quien bailaría, quien jugaría, quién se ocuparía de los
temas de salud, quien iba a enseñar, quién haría casas y muebles,
etc. Los padres y profesores tien
en la importante responsabilidad
de ayudar a un niño/a para descub
rir el talento con el cual Dios
le ha dotado y ayudarle a maximizar el talento de inteligencia por
el bien de él/ella, así como por el bien de la sociedad.