Soon after Al Smith was elected to his first term as governor of New York, he made an inspection tour of the state prison, “Sing Sing.” After Smith had toured the plant, the warden explained that prison morale was low and he asked the governor to speak some encouraging word to the inmates. Smith agreed and, characteristically, began by saying, “My fellow citizens.” Then he remembered that when one goes to state’s prison he loses his citizenship. Nervously, he tried again. “My fellow convicts,” he said. But that didn’t sound quite right. Embarrassed almost beyond words, Smith then said, “Well, anyhow, I’m glad to see so many of you here.” Despite his good intention, the governor did little to uplift prison morale that day. After his unfortunate choice of words in greeting the inmates, everything else was downhill. He did not know how to use his authority and give a message boosting the morale of the prisoners. By way of contrast, in today’s Gospel episode, Jesus teaches in the synagogue with authority impressing his listeners and uses his Divine power for liberating people from demoniac possession by a single command, “Quiet, come out of him.”
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In the book ‘The Incredible Book of Wacky Lists’, Patrick M. Reynolds (2001), lists the name of “Plants That Eat Animals” (there are 4 of them: Venus’s flytrap, Butterwort, Sundew, Pitcher plant), “Seas Named After a Color” (Black, Red, White, Yellow Seas), 3 Tallest US Presidents (Abe Lincoln, 6’4″, LBJ, 6’3″, Thomas Jefferson, 6’2½”, now 4, with Barack Obama, 6’2″), “7 Birds That Can’t Fly” (emu, kiwi, penguin, ostrich, cassowary, rhea, Galapagos cormorant), “10 Animals with Pockets” (kangaroo, koala, opossum, sea horse, Tasmanian devil, wombat, wallaroo, bandicoot, cuscus, echidna), and “10 Knock-Knock Jokes”. My new favorite list is at first flush an alarming one. It is called “24 Things About To Become Extinct In America.” Among the 24 predicted extinctions are the imminent demise of the Yellow Pages, movie rental stores, phone landlines, VCRs, Ham radio, incandescent light bulbs, cameras that use film, and the milkman. In fact, some extinctions are good. When things are no longer useful, when things do not function in a helpful way, or just aren’t sensible anymore, they should become extinct. In today’s Gospel text Jesus acted as an agent of extinction. When Jesus entered into the local synagogue in Capernaum it was time for the unclean spirit inhabiting that place to go extinct. The presence of Jesus, whom the unclean spirit declared to be “the Holy One of God,” left no room for the unholy attitude and actions of that demon. Today’s reading invites all of us to go and exorcize some demons this week. Make a list of things you want to go extinct in your life, and then stop feeding them: greed, jealousy, anger, hypocrisy, selfishness . . . . Change the climate in your home and in your heart. Make the climate in which you live inhospitable to hatred, a wasteland for bigotry, a desert for envy
Poco después de que Al Smith fuera elegido para su primer mandato como gobernador de Nueva York, realizó una gira de inspección por la prisión estatal “Sing Sing”. Después de que Smith recorrió la planta, el alcalde explicó que la moral de la prisión estaba baja y le pidió al gobernador que dijera algunas palabras de aliento a los presos. Smith estuvo de acuerdo y, característicamente, comenzó diciendo: “Mis conciudadanos”. Luego recordó que cuando uno va a la prisión estatal pierde su ciudadanía. Nervioso, lo intentó de nuevo. “Mis compañeros convictos”, dijo. Pero eso no sonaba del todo correcto. Avergonzado casi más allá de las palabras, Smith dijo: “Bueno, de todos modos, me alegro de ver a tantos de ustedes aquí”. A pesar de sus buenas intenciones, el gobernador hizo poco para levantar la moral de la prisión ese día. Después de su desafortunada elección de palabras al saludar a los presos, todo lo demás fue cuesta abajo. No supo usar su autoridad y dar un mensaje que eleve la moral de los prisioneros. Por el contrario, en el episodio del Evangelio de hoy, Jesús enseña en la sinagoga con autoridad para impresionar a sus oyentes y usa su poder divino para liberar a las personas de la posesión demoníaca con un solo comando: “Silencio, sal de él”.
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En el libro ‘The Incredible Book of Wacky Lists’, Patrick M. Reynolds (2001), enumera el nombre de “Plantas que comen animales” (hay 4 de ellas: atrapamoscas de Venus, Butterwort, Sundew, Pitcher plant), “Seas Nombrado en honor a un color ”(negro, rojo, blanco, amarillo), 3 presidentes estadounidenses más altos (Abe Lincoln, 6’4”, LBJ, 6’3 “, Thomas Jefferson, 6’2½”, ahora 4, con Barack Obama , 6’2 “),“ 7 pájaros que no pueden volar ”(emú, kiwi, pingüino, avestruz, casuario, ñandú, cormorán de Galápagos),“ 10 animales con bolsillos ”(canguro, koala, zarigüeya, caballito de mar, Tasmania diablo, wombat, wallaroo, bandicoot, cuscus, equidna) y “10 chistes Knock-Knock”. Mi nueva lista de favoritos es, al principio, alarmante. Se llama “24 cosas a punto de extinguirse en Estados Unidos”. Entre las 24 extinciones pronosticadas se encuentran la inminente desaparición de las Páginas Amarillas, las tiendas de alquiler de películas, los teléfonos fijos, las videograbadoras, la radioafición, las bombillas incandescentes, las cámaras que usan película y el lechero. De hecho, algunas extinciones son buenas. ya no son útiles, cuando las cosas no funcionan de una manera útil, o simplemente ya no son sensatas, deberían extinguirse. En el texto del Evangelio de hoy, Jesús actuó como un agente de extinción. Cuando Jesús entró en la sinagoga local en Capernaum fue tiempo para que el espíritu inmundo que habita en ese lugar se extinga. La presencia de Jesús, a quien el espíritu inmundo declaró que era “el Santo de Dios”, no dejó lugar para la actitud y las acciones impías de ese demonio. La lectura de hoy invita a todos que vayamos a exorcizar algunos demonios esta semana. Haz una lista de las cosas que quieres extinguir en tu vida, y luego deja de alimentarlas: codicia, celos, ira, hipocresía, egoísmo … Cambia el clima en tu hogar y en tu corazón. Haz la escalada Comiste en el que vives inhóspito para el odio, yermo para la intolerancia, desierto para la envidia.