There is a mysterious story in 2 Kings that can help us understand what is happening in the Transfiguration. Israel is at war with Aram, and Elisha, the man of God, is using his prophetic powers to reveal the strategic plans of the Aramean army to the Israelites. At first the King of Aram thinks that one of his officers is playing the spy, but when he learns the truth he dispatches troops to go and capture Elisha who is residing in Dothan. The Aramean troops move in under cover of darkness and surround the city. In the morning Elisha’s servant is the first to discover that they are surrounded and fears for his master’s safety. He runs to Elisha and says, “Oh, my lord, what shall we do?” The prophet answers “Don’t be afraid. Those who are with us are more than those who are with them.” But who would believe that when the surrounding mountainside is covered with advancing enemy troops? So Elisha prays, “O Lord, open his eyes so he may see.” Then the Lord opens the servant’s eyes, and he looks and sees the hills full of horses and chariots of fire all around Elisha (2 Kings 6:8-23). This vision was all that Elisha’s disciple needed to reassure him. The transfiguration experience was given to the apostles Peter, James and John to reassure and strengthen their faith and trust in Jesus who has began to predict about his impending passion, death and resurrection.

———————————————————————–

An Irishman moves into a tiny hamlet in County Kerry, walks into the pub and promptly orders three beers. The bartender raises his eyebrows, but serves the man three beers, which he drinks quietly at a table, alone and orders three more. As this continued every day the bartender asked him politely, “The folks around here are wondering why you always order three beers?” “It’s odd, isn’t it?” the man replies, “You see, I have two brothers, and one went to America, and the other to Australia. We promised each other that we would always order an extra two beers whenever we drank.” Then, one day, the man comes in and orders only two beers. As this continued for several days, the bartender approached him with tears in his eyes and said, “Folks around here, me first of all, want to offer condolences to you for the death of your brother. You know-the two beers and all…” The man ponders this for a moment and then replies with a broad smile, “You’ll be happy to know that my two brothers are alive and well. It’s just that I, myself, have decided to give up drinking for Lent.”

———————————————————————

There is a story of a father trying to explain Lent to his ten-year-old son. At one point, the father said, “You ought to give up something for Lent, something you will really miss, like candy.” The boy thought for a moment, then asked, “What are you giving up, Father?” “I’m giving up liquor,” the father replied. “But before dinner you were drinking something,” the boy protested. “Yes, but that was only beer,” said the father. “I gave up hard liquor.” To which the boy replied, “Well then, I think I’ll give up hard candy.”

Fr.Joseph Antony Sebastian
St. Joachim Church
21255 Hesperian Blvd Hayward, CA, USA 94541
Office Phone: 510 783 2766

************************************************************

 

Nota de nuestro pastor:

Hay una misteriosa historia en 2 Reyes que nos puede ayudar a entender lo que está sucediendo en la Transfiguración. Israel está en guerra contra Aram, y Eliseo, el hombre de Dios, utiliza sus poderes proféticos para revelar los planes estratégicos del ejército Arameo a los Israelitas. Al principio el Rey de Aram piensa que uno de sus oficiales es un espía, pero cuando él se entera de la verdad, envía tropas para ir a capturar a Eliseo quien está viviendo en Dotán. Las tropas de Aramea se mueven bajo el amparo de la oscuridad y rodean la ciudad. En la mañana el siervo de Eliseo es el primero en descubrir que están rodeados y teme por la seguridad de su amo. Corre a Eliseo y dice, “Oh, mi Señor, ¿qué haremos?” El Profeta responde “no tengan miedo. Aquellos que están con nosotros son más que aquellos que están con ellos”. Pero, ¿quién creería eso cuando la ladera de la montaña circundante está cubierta con tropas en emigas avanzando? Pero Eliseo ora, “Señor, abre sus ojos para que él pueda ver.” Entonces el Señor abre los ojos del criado, y él mira y ve las colinas llenas de caballos y carruajes de fuego alrededor de Eliseo (2 Reyes 6:8-23). Esta visión fue lo único que el discípulo de Eliseo necesitaba para tranquilizarlo. La experiencia de la Transfiguración fue dada a los apóstoles Pedro, Santiago y Juan para tranquilizar y fortalecer su fe y confianza en Jesús quien había comenzado a predecir sobre su inminente pasión, muerte y resurrección.

———————————————————————

Un Irlandés se muda a una pequeña aldea en el Condado de Kerry, entra en un pub y ordena tres cervezas. El camarero levanta las cejas, pero le sirve al hombre tres cervezas, que él bebe tranquilamente en una mesa solo y ordena tres más. Como esto continuó día a día, el camarero le preguntó cortésmente, “la gente aquí pregunta por qué usted pide siempre tres cervezas?” “Es extraño, ¿no?” el hombre responde: “verás, tengo dos hermanos, uno fue a América y el otro a Australia. Prometimos uno al otro que siempre pediríamos dos cervezas extra cuando bebamos.” Entonces, un día, el hombre viene y pide sólo dos cervezas. Esto continuó por varios días, el camarero se acercó a él con lágrimas en los ojos y dijo: “la gente por aquí, yo en primer lugar, quiero ofrecerle condolencias por la muerte de su hermano. Usted sabe, las dos cervezas y todo…” El hombre reflexiona esto un momento y luego responde con una gran sonrisa, “usted será feliz al saber que mis dos hermanos están vivos y bien. Es sólo que yo, he decidido dejar de beber por la Cuaresma”.

——————————————————————-

Hay una historia de un padre tratando de explicar la Cuaresma a su hijo de diez años. En un momento dado, el padre dijo, “deberías de renunciar a algo por la Cuaresma, algo que echarías mucho de menos, como caramelos.” El muchacho pensó por un momento y luego preguntó, “¿A qué está renunciando usted, padre?” “Estoy renunciando al licor”, respondió el padre. “Pero antes de la cena bebiste algo”, protestó el niño. “Sí, pero eso fue sólo cerveza,” dijo el padre. “Deje el licor fuerte.” A lo que el niño respondió, “pues bien, creo que voy a renunciar a caramelos fuertes”.

Fr.Joseph Antony Sebastian
St. Joachim Church
21255 Hesperian Blvd Hayward, CA, USA 94541
Office Phone: 510 783 2766