On His Majesty’s Service: Polycarp, the fifth century bishop of Smyrna, was arrested and brought before the Roman authorities. He was told if he cursed Christ, he would be released. He replied, “Eighty-six years have I served Him, and He has done me no wrong; how then can I blaspheme my King Jesus Christ Who saved me?” The Roman officer replied, “Unless you change your mind, I will have you burnt.” But Polycarp said, “You threaten a fire that burns for an hour, and after a while is quenched; for you are ignorant of the judgment to come and of everlasting punishment reserved for the ungodly. Do what you wish.”
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The King of Kings: is a silent film directed by Cecil B. De Mille in 1927. It is a religious movie about the last weeks of Jesus on earth, with H. B. Warner starring as Jesus. It was a production acclaimed by world-famed scholars, the press and the public in the U. S. and abroad, as the most ambitious presentation of the final years of the life of Jesus ever pictured on the screen. It was seen by over a billion people all over the world. De Mille claimed that the most important tribute to the movie he had ever received came from a woman who had only a few days to live. Her nurse wheeled her to a hall in the hospital to see the movie. After viewing the whole movie she wrote to the producer DeMille: “Thank you sir, thank you for your King of Kings. It has changed my expected death from a terror to a glorious anticipation.” She shared the feelings of the good thief who heard the promise of Jesus: “Today you will be with me in paradise.” Both of them were suffering, both expected death and both received new hope from the dying King of kings for only he could give them what he promised because he was God, the King of kings and Lord of all. Today, as we celebrate the feast of Jesus, the King of kings, and as we re-enact his Calvary sacrifice on our altar, let us approach him with repentant hearts and trusting Faith in his promise of eternal life.
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I have nothing more to give: Some years ago divers located a 400-year-old sunken ship off the coast of Northern Ireland. Among the treasures they found on the ship was a man’s wedding ring. When they cleaned it up, they noticed that it had an inscription on it. Etched on the wide band was a hand holding a heart. Under the etching were these words: “I have nothing more to give you.” Of all the treasures found on that sunken ship, none moved the divers more than that ring and its beautiful inscription. The etching on that ring and its inscription “I have nothing more to give” could have been placed on the cross of Christ. – Mark Link
Al servicio de Su Majestad: Policarpo, el obispo de Esmirna del siglo V, fue arrestado y llevado ante las autoridades romanas. Le dijeron que si maldecía a Cristo, sería liberado. Él respondió: “Le he servido ochenta y seis años, y Él no me ha hecho ningún mal; ¿cómo entonces puedo blasfemar a mi Rey Jesucristo, quien me salvó?” El oficial romano respondió: “A menos que cambies de opinión, haré que te quemen”. Pero Policarpo dijo: “Amenazas con un fuego que arde durante una hora, y después de un tiempo se apaga; porque ignoras el juicio venidero y el castigo eterno reservado para los impíos. Haz lo que quieras”.
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El Rey de Reyes: es una película muda dirigida por Cecil B. De Mille en 1927. Es una película religiosa sobre las últimas semanas de Jesús en la tierra, con H. B. Warner interpretando a Jesús. Fue una producción aclamada por académicos de fama mundial, la prensa y el público en los EE. UU. Y en el extranjero, como la presentación más ambiciosa de los últimos años de la vida de Jesús jamás representada en la pantalla. Fue visto por más de mil millones de personas en todo el mundo. De Mille afirmó que el homenaje más importante a la película que jamás había recibido vino de una mujer que solo tenía unos pocos días de vida. Su enfermera la llevó a un pasillo del hospital para ver la película. Después de ver la película completa, le escribió al productor DeMille: “Gracias señor, gracias por su Rey de reyes. Ha cambiado mi muerte esperada de un terror a una anticipación gloriosa “. Compartió los sentimientos del buen ladrón que escuchó la promesa de Jesús: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Ambos estaban sufriendo, ambos esperaban la muerte y ambos recibieron una nueva esperanza del moribundo Rey de reyes porque solo él podía darles lo que prometió porque era Dios, el Rey de reyes y Señor de todos. Hoy, mientras celebramos la fiesta de Jesús, el Rey de reyes, y mientras recreamos su sacrificio del Calvario en nuestro altar, acerquémonos a él con corazones arrepentidos y confiando en la Fe en su promesa de vida eterna.
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No tengo nada más que dar: hace algunos años, los buzos localizaron un barco hundido de 400 años frente a la costa de Irlanda del Norte. Entre los tesoros que encontraron en el barco estaba el anillo de bodas de un hombre. Cuando lo limpiaron, notaron que tenía una inscripción. Grabado en la banda ancha había una mano sosteniendo un corazón. Debajo del aguafuerte estaban estas palabras: “No tengo nada más para darte”. De todos los tesoros encontrados en ese barco hundido, ninguno conmovió más a los buzos que ese anillo y su hermosa inscripción. El grabado en ese anillo y su inscripción “No tengo nada más para dar”, podrían haber sido colocados en la cruz de Cristo. – Marcar enlace